domingo, 27 de mayo de 2012

Una Vocación: Juan Carr

" Daniel Goldman es rabino de la comunidad Bet-El.  Es también un hombre de grandes, de profundos silencios. [...] Las mejores definiciones sobre su amigo Juan las dará sin hablar: las pausas, las miradas, la emoción. Incondicionalidad hecha gestos. Después, cuando hable, tratará de resumir.
La tradición judía dice que el mundo se sostiene gracias a 36 justos. Yo no sé decir si Juan es el más bueno del mundo, pero te aseguro que es uno de los 36 justos. Gracias a Juan y 35 personas más, que yo no conozco, el mundo se mantiene. Conozco a uno. Y conocer a este uno a mí me hace celebrar la vida.
La nota de donde saqué estas líneas salió publicada el domingo 20 de mayo en la revista de La Nación.

Qué lindo que alguien hable así de vos.  Cuánto daría uno por llegar al final de sus días, después de incontables oportunidades de hacer algo valorable, y que esas fueran las palabras de un amigo sobre la propia vida...

A Juan Carr tuve la suerte de saludarlo 2 veces.  La primera, en una charla de Ashoka en la UCA. La segunda, lo atajé en la calle.

viernes, 25 de mayo de 2012

Una Vocación Acorde al País

En una reunión con amigos esta semana apareció el tema vocacional como objeto de reflexión.

Eramos 12 hombres y mujeres, y creo que en todos podría decir que había una vocación pública o política, cada cual o cada pareja con un nivel de explicitud distinto.

Me quedé pensando por qué estaba esto tan presente, habiendo en ese grupo abogados, ingenieros, kinesiólogos, administradores de empresas, comunicadores, psicopedagogos... una linda mezcla. Todos más o menos estábamos con lo mismo dando vueltas en la cabeza. Todos teníamos experiencia ya concreta de varios años (más de 5) haciendo trabajo social.
Todos parecíamos apuntar a más, profundizar esa vocación un poco más.

La realidad del país es la razón.

No me acuerdo dónde lo leí o si fue una idea mía de hace mucho tiempo, que a propósito de esto volví a revivir, pero la vocación entiendo que tiene 3 fuentes que conviven en nosotros.


En primer lugar, un llamado concreto pero trascendente. Como yo lo entiendo: una llamado claro de Dios a una función determinada. Pienso, por ejemplo, en la vocación sacerdotal.
Para los que prefieren pensarlo de otra manera, es algo así como un convencimiento de que tengo que llevar algo adelante, por más que no me vea capaz, por más que inicialmente no tenga ganas de hacerlo... pero la realidad lo hace patente, como si me estuviera pidiendo a gritos que siga ese camino.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Churchill, capacidades, aprendizaje

Encontré estos días un artículo que habla sobre Winston Churchill, una figura que conozco muy poco, pero que por ejemplo @Goliva considera un genio.

Va la parte que más me llamó la atención sobre este personaje histórico:
With the Admiralty's yacht, the Enchantress, as his home and office, he mastered every detail of navy tactics and capabilities. He appeared to be everywhere at once, inquiring, badgering, learning.
He was interested in everything from gunnery to the morale of his sailors. He was fascinated with aeroplanes and immediately understood their utility in warfare. He spent hundreds of hours learning to fly. He crawled into the cramped quarters of gun turrets and learnt how they worked.It became his practice to solicit information and opinions from junior officers and ordinary seamen, often ignoring or arguing with their superiors. The respect he showed them, and the increases in pay he won for them, made him a favourite in the ranks.

sábado, 5 de mayo de 2012

¿Cómo vas a medir tu vida?

Clayton Christensen es un tipo bastante conocido en Estados Unidos. Escribió el libro The Innovator's Dilemma, uno de los pocos libros que Steve Jobs incluye en su lista de libros seleccionados.
Hace casi 2 años escribió How Will You Measure Your Life, un artículo para Harvard Business Review.  El artículo está en inglés, pero está muy bien escrito.  Si se bancan el idioma, lean el original en vez de esto.

Lo leí hace 1 año aprox y me pareció increíble.  Lo que más me impactó fue encontrarme con la mirada trascendente en un tipo así de reconocido, profesor de Harvard, autor de libros grossos, etc.

Hoy me lo volví a encontrar, y por eso le hago este espacio.

En el artículo él cuenta cómo su misión como profesor del MBA es darle a sus alumnos elementos para que sepan distinguir cuáles son buenas teorías o estrategias de gestión y cómo ejecutarlas.

En la última clase aparece la magia: les pide que apliquen lo aprendido en su clase a sus propias vidas... que se hagan estas preguntas:
¿Cómo puedo asegurarme de que voy a ser feliz con mi carrera profesional? 
¿Cómo puedo estar seguro de que mi relación con mi familia van a ser una fuente constante de felicidad? 
¿Cómo puedo asegurarme de que no voy a terminar en la cárcel?