jueves, 2 de abril de 2015

"El espacio es frío y rígido, pero el tiempo es vivo"

Las hermanas Brown, en 1975
En 1975, Richard Nixon, un fotógrafo, decidió sacarle una foto a su mujer y hermanas, las hermanas Brown.

Un año más tarde, en un evento familiar, repitieron la foto cada una ubicándose en el mismo orden de la foto anterior.

A partir de allí, y bajo la propuesta de Nixon, decidieron repetir anualmente la acción.

El resultado fueron 40 fotos hasta el año 2014.

El artículo del NYT es muy recomendable, y ahí están las 40 fotos.
Las hermanas Brown, en 2014

Hay algo raro en el paso del tiempo. Raro y atractivo.
Es tan difícil mirar la secuencia de fotos y no emocionarse.

Cuánta vida de una foto a la otra.
Cuántas preguntas!

El tiempo es gracia...

No me puedo olvidar el capítulo 1 de uno de los mejores libros que leí - El Corazón del Mundo, sobre el tiempo...

¡Qué clase de seres somos! Tenemos que creer sumergidos en el paso del tiempo. Llegamos a la madurez, nos enriquecemos sólo mediante la renuncia a una hora y a la otra. Tenemos que soportar la duración. Cuando tratamos de detenernos lesionamos la ley de la vida de la naturaleza. Cuando perdemos la paciencia de la existencia temporal, caemos por eso mismo en la nada. Mientras caminamos nos llega el susurro de una voz en alas del viento contrario que cortamos; pero si nos detenemos para oírla mejor, la voz se convierte en silencio. El tiempo es a la vez amenaza y promesa maravillosa: avanza, nos dice, ¡de lo contrario no vendrás conmigo! ¡Avanza, muestra tus manos vacías, de lo contrario no te las podré llenar! De lo contrario pasaré de largo junto a ti con mi fresco don y te abandonaré a tu ya rancia bagatela. Créeme que eres más rico cuando puedes concluir y destruir tu felicidad y tus horas de elevación; eres más rico cuando puedes ser pobre, y permanecer abierto en lugar de ser un pordiosero a la puerta del futuro. ¡No te detengas, no te encierres, no te pegues a nada! ¡No puedes acaparar el tiempo, aprende de él la prodigalidad! Sé pródigo por propia voluntad y reparte aquello que de otro modo se te arrebatará a la fuerza. Entonces serás tú, que te quejas de haber sido robado, más rico que un rey. El tiempo es la escuela de la exaltación, la escuela de la magnanimidad.