viernes, 25 de mayo de 2012

Una Vocación Acorde al País

En una reunión con amigos esta semana apareció el tema vocacional como objeto de reflexión.

Eramos 12 hombres y mujeres, y creo que en todos podría decir que había una vocación pública o política, cada cual o cada pareja con un nivel de explicitud distinto.

Me quedé pensando por qué estaba esto tan presente, habiendo en ese grupo abogados, ingenieros, kinesiólogos, administradores de empresas, comunicadores, psicopedagogos... una linda mezcla. Todos más o menos estábamos con lo mismo dando vueltas en la cabeza. Todos teníamos experiencia ya concreta de varios años (más de 5) haciendo trabajo social.
Todos parecíamos apuntar a más, profundizar esa vocación un poco más.

La realidad del país es la razón.

No me acuerdo dónde lo leí o si fue una idea mía de hace mucho tiempo, que a propósito de esto volví a revivir, pero la vocación entiendo que tiene 3 fuentes que conviven en nosotros.


En primer lugar, un llamado concreto pero trascendente. Como yo lo entiendo: una llamado claro de Dios a una función determinada. Pienso, por ejemplo, en la vocación sacerdotal.
Para los que prefieren pensarlo de otra manera, es algo así como un convencimiento de que tengo que llevar algo adelante, por más que no me vea capaz, por más que inicialmente no tenga ganas de hacerlo... pero la realidad lo hace patente, como si me estuviera pidiendo a gritos que siga ese camino.



En segundo lugar, los talentos que cada uno tiene. Es otra manera clara de entender o descubrir para qué uno está en el mundo. Si tengo talento para algo, probablemente mi vocación vaya en línea con explotar ese talento.
Mil veces uno parece tener adelante mil caminos posibles, mil elecciones posibles, como si uno fuera capaz de hacer cualquier cosa y como si tuviera que redefinirse a cada rato.
Reconocer qué talentos tenemos nos ayuda a sacarnos de encima opciones que probablemente no nos hagan tan felices como la de desarrollar el talento que tenemos.


En tercer lugar, las circunstancias, el contexto. Más allá de tener o no talento para algo determinado, la vida es una vida siempre en contexto, en algún contexto. Este contexto tranquilamente puede llamarnos, exigirnos, o despertar las ganas en nosotros de seguir alguna proyecto concreto, destinado a mejorarlo.

Pienso en alguien que nace con talento para el liderazgo de personas en función de un objetivo, y que estando inmerso en un contexto de bajo desarrollo socio-económico usa ese talento para organizar actividades productivas que mejoren la calidad de vida de esa comunidad.
Pienso también en personas sensibilizadas por la falta de una educación de calidad, que, viendo cómo cientos de miles de chicos pierden oportunidades de desafiarse y avanzar todos los días de su vida, se deciden a ponerse a trabajar directamente en cambiar esa triste realidad, sin haber estudiado ni educación, ni psicopedagogía, ni psicología...

Volviendo al tema de la vocación política o pública o de servicio, ¿cómo Argentina, este contexto tan nublado en el que vivimos, no va a despertar algo así?


Ahí está la respuesta de por qué tantos conocidos quieren cambiar las cosas de este país. Personas sensibles, atentas a la realidad, talentosas, libres para elegir, habitantes de la Nación, que ven que no puede ser que nadie haya cambiado las cosas ya.

Faltan ejemplos de vocación de cambio, de refundación, de honestidad, de aunque sea hambre de gloria pero por hacer las cosas bien y no hambre de llevarse a su casa la guita de otros.

Creo que no puedo destacar a nadie de los que hoy ocupan cargos relevantes en la dirigencia del país, ciudad, etc, excepto por algunos diputados.

Ojalá de acá a algunos años nos encontremos muchos trabajando concretamente por una Argentina justa - que dé a cada uno lo que se merece, lo que le corresponde - y con perspectivas para todos.

Algunos lo hacen y lo harán desde el tercer sector. Otros, espero, tengan las mangas arremangadas y estén, quién te dice, haciéndole evaluaciones de desempeño a cada uno de nuestros empleados públicos y sacando lo mejor de ellos para bien de nuestro país, para el bien común.

2 comentarios:

  1. Gordo, lo de la vocación y las 3 fuentes es del P. Luis María Etcheverry Boneo

    http://www.csanpablo.com.ar/lmeb/textos/Meditaciones%20para%20Universitarios.htm#8

    Abrazo grande

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