viernes, 9 de noviembre de 2012

La magia del plan B

Dado determinado problema, la mejor solución es A, que contempla esto, esto, esto y esto.

Si no implementamos el plan A, cosas malas van a pasar.
No podemos asegurar resultados si no contamos con el plan A.
El plan A es el camino al éxito asegurado.

No hay lugar para el plan B.
El plan A es el mejor, el que surge del análisis de las causas, el que mejor se adapta al contexto actual, el que creemos que tenemos que implementar, lo mejor que se podría esperar de nosotros... si...


  • tuviéramos todos los recursos para implementarlo
  • tuviera valor solucionar todo lo que con él se propone solucionar
  • y fundamentalmente, no tuviera más valor solucionar otro problema (aka costo de oportunidad)

Así no funciona la cosa... la realidad es una mezcla interminable de planes A, B, C, y no-plan-at-all para los problemas reales (valga la redundancia).
Se me hace difícil pensar en un esquema de planes A para todos los problemas.
Siempre habrá que elegir, priorizar.

Hay que darle una oportunidad al plan B.

¿Cómo? Haciéndose una pregunta como esta (se aceptan más sugerencias):
Si no pudiéramos / quisiéramos implementar el plan A, ¿cuál es el mejor plan B que podría ocurrírsenos?
*Processing...*

Ahhhh... ¿viste que no era de vida o muerte implementar el plan A?
¿Viste que había alternativas buenísimas?
¿Cuánto ahorraste y cuánto ganaste por implementar el plan B?
Hasta me estás haciendo dudar si el plan B no es mejor que el A...

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