jueves, 18 de junio de 2015

Nuestra Aventura

2 historias cortas.

La primera es la del joven Mark Zuckerberg.

Resulta que cuando todavía Facebook no había explotado, había creado otro negocio que consistía en un servicio de transferencias de archivos punto a punto (p2p). El servicio se llamaba Wirehog, y
también estaban involucrados Adam D'Angelo, el fundador de Quora, y otros fundadores de Facebook.

Esta aplicación finalmente terminó no funcionando, cerrando casi 1 año y medio después de su lanzamiento. Supuestamente había otro producto competidor en el mismo momento, que tuvo más éxito, así que decidieron dejarlo y enfocarse en Facebook solamente.

Pero mientras Wirehog todavía vivía, Mark fue a visitar a Sequoia - una de las firmas de inversión más conocidas de Estados Unidos -, supuestamente buscando fondos.

A la presentación llegó tarde, fue con pantalón de pijama, y terminó con un slide que decía "A Mark Zuckerberg Production"...


Michael Moritz, uno de los que lo oía, y uno de los inversores más conocidos del planeta, lo vio y pensó:
"Qué locura la seguridad que tiene este muchacho. Nunca hubiera podido poner esa frase a su edad".
Y Mark todavía no había construido nada...


La segunda historia es la de uno de los fundadores de Whatsapp, Brian Acton.

Este tipo, el 23 de mayo de 2009, tuiteó esto


72 días más tarde, tuitea esto otro:


1.661 días más tarde, FB compra la aventura que este flaco había creado. WhatsApp ya era parte de la vida diaria de millones de personas.



Me llevo 2 cosas sobre Brian:

1. Admiro su actitud de poner al descubierto lo que para muchos es un fracaso: que no te hayan aceptado en un laburo. El comportamiento reflejo naturalmente tiende a ser el contrario: esconder estas cosas a toda costa. Brian eligió exponerse 2 veces.

2. La segunda cosa es la actitud inherentemente optimista. Eso es lo que muestra cuando en el mismo momento en que recibe dos negativas, no deja de acordarse que que la vida tiene una aventura esperando, una aventura para armar, para escribir, para crear.


Pensando en estas dos historias, creo que todos podemos pensar sobre nosotros mismos de la misma manera: tenemos una aventura por crear (si es que ya no empezó), pero tenemos que creer en nosotros mismos.

Astro Teller, en una charla que dio a chicos de alto coeficiente intelectual les dijo que las 3 características que les iba permitir cambiar el mundo eran el ser: decididos, apasionados, y adaptables.

Podemos darnos cuenta que una y otra vez nos encontramos con oportunidades para ejercitar y aprender estas 3 cosas. Sólo tenemos que aprovechar esas oportunidades.

Nos encontraremos con más o menos restricciones, tardaremos más o menos tiempo... pero no deja de ser una aventura.

Lamentablemente no es un botón de prendido/apagado, plug&play, o similar.

Es el camino de expandir el límite todos los días, cada vez un poco más. Hacernos una mejor pregunta, encontrar una mejor respuesta, aprender a trabajar mejor con otros, "fracasando" y volviendo a empezar.

En definitiva, un esfuerzo que vale la pena.

Mejor incluso cuando esa aventura es compartida, porque ver que la persona que tengo al lado toma este camino me anima a hacer lo propio. 

De repente nos vamos a dar cuenta que podemos lograr mucho más de lo que nos imaginamos.

Vamos a estar tirando tiros a la luna, y va a ser una aventura increíble.

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