El artículo de
David Kirk, ex-jugador de los All Blacks, es un placer para leer:
World-class teams.
En particular, este párrafo:
Los equipos de clase mundial en los que jugué tenían una visión de extender los límites conocidos del juego; de llevar la competencia a un nivel superior. Simplemente estábamos intentando jugar como ningún otro equipo había jugado en la historia. Ya no jugábamos contra otros equipos, sino contra nosotros y el juego mismo. Los rivales eran el medio a través del cual intentábamos convertir nuestra visión en una realidad.
Honestamente, me hace acordar a lo que fueron estos últimos años con el equipo en ZonaJobs: un día a día de tirar la cuerda cada vez un poco más, de extender los límites de lo que como equipo podíamos aprender y lograr.
Después de esta experiencia, termino pensando que definitivamente apuntar a construir un equipo como el que plantea Kirk no es una posibilidad... es una
obligación, una
necesidad.
Darme cuenta que apuntar a más y lograrlo es algo real, hace que apuntar a menos parezca un fracaso.